CONCHITA

Diario Espiritual de una
Madre de Familia

Ascensión Espiritual

Para comprender a Conchita no hay que buscar fenómenos extraordinarios: la suya es santidad en las diarias ocupaciones. Una breve frase de su Diario nos revela el estado de su alma de recién casada: "Al ver, a pesar de todo lo bueno de mi marido, que el matrimonio no era aquel lleno que yo me había figurado, instintivamente mi corazón se fue más y más a Dios buscando en Él lo que le faltaba; pues el vacío interior había crecido a pesar de todas las felicidades de la tierra". (Aut. I, p. 112). En medio de las más grandes alegrías del amor, siente las limitaciones y el carácter efímero de todo amor humano.

La verdadera vida de los santos está toda "escondida con Cristo en Dios" (Col. 3,3). Se perciben sus efectos en su comportamiento exterior y con frecuencia ellos mismos nos descubren su principal secreto. En el caso de Conchita, tenemos en su Diario la clave de todo. Nos permitirá seguirla de los treinta y uno a los setenta y cuatro años. Lo utilizaremos como guía principal, sin descuidar las fuentes complementarias. Ella misma nos da a conocer su medio familiar, las gracias y los favores excepcionales recibidos desde su más tierna infancia, la trágica muerte de su hermano Manuel, verdadero punto de partida para una vida nueva que la orienta decididamente hacia Dios; la profunda posesión de todo su ser por Cristo desde los primeros días de su matrimonio y su constante ascensión hacia la perfección, a través de los menores acontecimientos de su hogar. En la trama cotidiana de su existencia de mujer, semejante en apariencia a la de todas las demás, Dios prepara a su Iglesia y al mundo una gran santa.


Indice